Las camas eran cómodas y tenían cortinas para privacidad. El aire acondicionado funcionaba bien. El personal era servicial y el desayuno estaba bien surtido. La ubicación era conveniente, cerca de Silom y el mercado nocturno.

Metro y bus accesibles, casas de cambio cercanas, personal servicial, camas cómodas y privadas, AC regulable.

Nada que decir.

Lo mejor de mi experiencia fue la comodidad de las camas y la privacidad que brindan las cortinas. Además, el aire acondicionado funcionaba perfectamente y se podía regular. El personal fue de gran ayuda en todo momento y el desayuno estuvo muy bien, con una buena variedad de opciones. Además, la ubicación del hostel era muy conveniente, ya que se encontraba cerca del transporte público y de lugares como supermercados y tiendas.

Lo que menos me gustó fue que tuve que bajar escaleras para ir al baño y ducharme, ya que mi habitación estaba un piso más arriba. me pareció desagradable que me pidieran ir a sacar dinero para poder entrar a la habitación, siendo que ya les había dado mi pasaporte como garantía.